
Habitantes de la zona conurbada Veracruz- Boca del Río manifestaron su inconformidad por el aumento en el cobro de la energía eléctrica, el cual en algunos casos es mayor al 100 o 200 por ciento, situación que pone a la ciudadanía en una crisis económica porque ante la pandemia del Covid-19 muchas familias no tienen ingresos y aún así tienen que realizar los pagos de los servicios públicos.
La población veracruzana está pasando por una crisis económica y de salud física y mental. Por un lado tienen que hacer frente a los gastos de la comida de su familia, la renta o el mantenimiento de su vivienda y pagar impuestos pues las autoridades federales no condonaron el pago del agua, la luz ni el predial. Al contrario, los pagos aumentaron considerablemente sin que ninguna autoridad frene estos robos a despoblado en contra de la gente.
A pesar de las manifestaciones que llevan a cabo asociaciones civiles y organizaciones expresando su descontento por los altos recibos de la luz, la ciudadanía realiza el pago del servicio cada bimestre, pues de lo contrario les cortan la luz. Varios alcaldes del Estado de Veracruz se ponen en el lugar del ciudadano que tiene un presupuesto limitado durante la contingencia sanitaria y aun así tiene que aguantar los abusos de la Comisión Federal de Electricidad, empresa de clase mundial que no muestra empatía con sus clientes ni siquiera en una crisis mundial como la vivida en esta pandemia.
El alcalde del municipio de Tezonapa, Luis Arturo Sánchez García, pidió al presidente de la República se toque el corazón y condone el pago de luz a la ciudadanía de Veracruz como se realizó el 14 de mayo de 2019 que la Comisión Federal de Electricidad condonó la deuda por 11 mil millones de pesos a los habitantes de Tabasco. Los veracruzanos no quieren una condonación total, están conscientes que eso afectaría las finanzas de la empresa, pero por lo menos esperan que se condone durante los meses que dure la pandemia.
Lo más lamentable para todos los mexicanos es que al quedarse en casa la mayoría de los integrantes de una familia para evitar contagios por Covid-19, se gasta más en energía eléctrica pues se tienen prendidos los aparatos electrónicos y los climas que son los que menos ahorro provocan en una casa habitación al estar prendidos. La mayoría de las personas dice que pagaría puntualmente el recibo como lo hacen cada bimestre, pero en este momento las circunstancias son otras porque algunos contribuyentes carecen de trabajo o si lo tienen ya no perciben el mismo salario. La crisis económica imposibilita que se pague el servicio de energía eléctrica, pero se hace pues con las altas temperaturas en Veracruz no se podría dormir sin clima o ventilador, y en el aislamiento la mejor compañera es la televisión, la computadora o el celular.
Oliver Olmos Cabrera, integrante del Movimiento Civil Independiente, le hace una propuesta al director de la CFE y al director de la Comisión Reguladora de Energía. “Queremos que por esta temporada de contingencia sanitaria que hagan uso de un subsidio para ayudar a todas las personas que están padeciendo un aumento en el recibo de la luz en sus domicilios. La situación se agrava porque la gente no tiene dinero para pagar. se está viendo afectada. Saquen un acuerdo para hacer un incremento al apoyo al subsidio por parte de la CFE para beneficiar a todos los habitantes de Veracruz- Boca del Río que están pasando por situación complicada. Exhortamos a la población a que se sigan manifestando y que vayan a la Profeco a meter sus denuncias y quejas. Estamos detectando que los medidores de energía eléctrica están descalibrados, lo que están generando son lecturas equivocadas del consumo verdadero”, comentó el entrevistado.
Por su parte, la abogada Lorena Rodríguez Díaz dijo que antes le llegaba su recibo de luz entre 2,500 a 3,000 pesos, lo cual consideró un exceso. Incluso una vez pagó seis mil pesos por el servicio de energía eléctrica. En ese momento, se quejó y elementos de Comisión Federal de Electricidad fueron a su casa a checar el inmueble. A partir de esa ocasión, se reguló el costo de sus pagos, ya no le llegaron elevados de manera alarmante. El último recibo que llegó a su casa fue de 1, 402 pesos y no le parece tan caro pero destacó que cuando no es época de pandemia, ella regularmente no está en su casa pues trabaja en los juzgados y con frecuencia tiene que viajar a municipios del Estado.