Observador veracruzano

El ex Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien fue detenido este viernes 3 de febrero e internado en el penal de Pacho Viejo, debería ser sancionado a pasar 10 años en la cárcel e incautarle sus bienes, pues se le acusa de enriquecimiento ilícito y si se le hiciera una auditoría arrojaría como resultado que no podría haberse hecho inmensamente rico en tan poco tiempo con el sueldo que percibió como secretario estatal. Desafortunadamente en este país la justicia no se aplica para los que tienen dinero e influencias, por lo que lo más probable es que Bermúdez salga libre en poco tiempo debido a que los delitos no son considerados como graves. Él podrá seguir su proceso en libertad, pero esto le daría la oportunidad de huir.
El artículo 328 del código penal establece que un delito como el que se le acusa a Arturo Bermúdez se hace acreedor a una pena de tres a diez años de prisión y multa de seiscientos días de salario mínimo a personas que teniendo un cargo público, se enriquecen ilícitamente. Y es que Bermúdez Zurita no tiene manera de justificar tanto dinero que adquirió durante el sexenio de Duarte. Debería explicar de donde obtuvo ese dinero. La ley dice que cuando hay enriquecimiento ilícito y se comprueba el delito del ex funcionario, éste se hará acreedor a que se le decomisen los bienes de los que se adueñó en su cargo público, pues la procedencia de esos bienes no se pueden justificar. Hay quienes aseguran que un delito que podría anexarse al expediente de Bermúdez es el relacionado con delincuencia organizada.
FOTO La Jornada