Dos años después no hay nadie en la cárcel por el asesinato de Moisés Sánchez

Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo

Han transcurrido dos años del asesinato del activista social y periodista empírico, Moisés Sánchez Cerezo y después de este tiempo desafortunadamente no hay nadie que esté en la cárcel purgando una condena por el aseinato de Sánchez, por lo que su hijo Jorge Sánchez hizo una protesta afuera de las instalaciones de la Procuraduría General de la República, ubicada en el fraccionamiento el Coyol, para exigir justicia por el crimen que le quitó la vida a su padre. Sólo hubo una detención de una persona que tiempo después fue dejado en libertad por falta de pruebas. 

Jorge Sánchez dijo que el crimen de su padre no puede quedar impune y que así pasen muchos años, él y toda su familia seguirán exigiendo justicia. El hijo del periodista pidió que se investigue por este asesinato al ex gobernador, prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa, quien tiene cuentas pendientes con la justicia y ésta sería una raya más al tigre.  A pesar de que cambió el gobierno que ejercía el poder en aquel entonces y también cambió el titular de la Fiscalía General del Estado, Jorge Sánchez no tiene confianza en Jorge Winckler, pues éste no garantiza que el caso será esclarecido, ya que la FGE no ha querido proporcionar el expediente a la Procuraduría General de la República, por lo que esta dependencia, a juicio de Sánchez, no tiene ninguna credibilidad. Sánchez fue muy tajante al opinar que con Winckler se garantiza que haya más impunidad a favor de los malosos, por lo que no existe la confianza de que él hará justicia ante el asesinato de Moi. 

Los periodistas no sólo de la zona conurbada Veracruz- Boca del Río, también de la ciudad de Xalapa y otros municipios veracruzanos, se solidarizaron con Jorge por la muerte de su padre, ocurrida hace dos años, y le dieron cobertura a su protesta demostrándole que estarán con él siempre. Moisés Sánchez, dijo su hijo, no obtenía mucho dinero por la impresión de su periódico La Unión, lo único que le dejó es la satisfacción de informar a la ciudadanía sobre hechos que acontecían en Medellín, pero no a todos los actores políticos le gustaban las noticias que daba Moisés. Ante la falta de recursos, Moisés combinaba el periodismo con el oficio de taxista.

En aquel tiempo todas las sospechas sobre quien pudo haber sido el asesino de Moisés cayeron sobre el ex alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, quien había ordenado que el periodista no informara a la gente. En la protesta, Jorge colocó una manta con la imagen de su padre y las fotos de periodistas asesinados durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Jorge lamentó que Duarte sea buscado por las autoridades por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, pero no haya una denuncia formal en su contra por los asesinatos de casi una veintena de periodistas durante su administración. 

Lo peor de este caso es que nadie tiene voluntad de que se esclarezca el caso y a las autoridades les conviene que pase el tiempo y los casos de periodistas asesinados se olviden conforme transcurren los meses. La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión no ha hecho nada hasta el momento. La FGE tampoco y ahora con Winckler a la cabeza, menos. A pesar de que Jorge Sánchez fue recibido por personal de la PGR, no se garantiza que se le vaya a dar continuidad al asesinato de su padre.

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