Hace ya cien años, en 1922, don Antonio Andrade Maldonado, ya en mejor vida, abrió un bar en la calle José Azueta, esquina con la calle de la vía chiquita, por donde llegaba tren que llevaba caña al ingenio San Gabriel, en Cosamaloapan.
Hoy, el bar El Pinto está abierto todavía, manejado por Víctor Manuel Andrade Palmero, apoyado por su hijo, Víctor Antonio Andrade Alvarez, nieto del fundador, en el mismo lugar, aunque el paisaje urbano de alrededor ya no se compone de casas con techumbres de teja.
Mientras que la especialidad del lugar son botanas de carnes frías y preparadas, quesos, papas, cueritos, y hay quienes llegan solo por consumir dichos platillos, aunque ya hay servicio de restaurante, en segundo piso, en lo que es una micro empresa familiar.
Así, el festejo se dará este 15 de julio, según invita Víctor Antonio Andrade Álvarez, ya versado en preparación de las botanas, y apoyos a la clientela, que puede ser masculina o femenina, pues hay esmero en atenderlas por un entrenado personal.