Por: Leopoldo Tlaxalo
El tanatólogo colombiano Gilsan López Bedoya apoya a aquellas personas que sufren la pérdida de algún familiar y que no encuentran consuelo ni resignación a la lamentable pédida, pues no todos los seres humanos reaccionan igual ante la muerte. Aparte de la cremación y velación, en funeraria Del Ángel brindan servicios de tanatología profesional. “Aparte de la cremación y velación también ofrecemos homenajes a difuntos”, expresó López Bedoya, quien habló del proceso que pasan los familiares del difunto. Hay algunos que no pueden creer lo que están viviendo, otros sienten coraje porque la vida les arrebató al ser amado y muchos más se resignan con dificultad a no volver a ver a su familiar, quien yace en un atáud y después de ser enterrado, ¿qué pasa con la familia?
Pocas personas se preocupan por darle atención a las familias de los muertos, les llevan flores al panteón a los que ya no están con nosotros pero no atienden las necesidades de la familia, por eso López Bedoya pensó que era necesario que en la funeraria Del Ángel ofrecieran este tipo de servicios que puede ser un plus para que los clientes prefieran esta funeraria en lugar de otras.
“Aparte del servicio funerario que lleva a cabo el servicio del atáud y todo lo que es el conjunto de un servicio funerario, nosotros nos dimos cuenta que no es lo único que las familas necesitan, también requieren un apoyo terapéutico, hoy por hoy tenemos a Gilsan para llevar a cabo ese proyecto hecho por amor para toda la ciudadanía, no nada más para los dolientes, sino para todo el que esté pasando por un duelo”, explicó Jaqueline Rivera, directora de la funeraria.
Gilsan, ¿tú ofreces apoyo tanatológico a las personas que han sufrido la pérdida de un familiar?
“Estamos innovando en un servicio tanatológico, lo que usualmente se llama el ritual funerario o velación. Respecto de la ayuda de un ritual funerario hay muy poco. Hoy en día hay pocos tanatólogos, a la mejor son contadores, pero estamos formando terapeutas en duelo, una especialización en tanatología que permita darle un acervo de cualidades, conocimientos, habilidades, básicamente es una vocación, estamos haciendo el ejercicio de poder tocar su corazón, sanar en el día más doloroso de su vida, queremos ayudar cubriendo todas las necesidades que presentan las personas”, respondió López Bedoya.
¿Qué necesidades hay?
“Usualmente la necesidad económica, la pena moral, tener que hacer trámites de muchas cosas, la necesidad emocional y la espiritual. ¿Quién se encarga de eso durante el ritual funerario? Nadie, la gente está indefensa y vulnerable, y hay necesidades , ¿cómo le decimos al niño de cinco años que su mamá acaba de morir en un accidente?, ¿le decimos o no le decimos?, ¿dejamos que la vea o que no la vea?, ¿cómo se lo decimos?, ¿que venga al funeral o que no la vea?. Si tenemos un paciente enfermo en casa tenemos pánico, está aferrado a la vida, sufre demasiado cuando no se va, cuando tenemos un paciente enfermo en casa, la familia sufre lo mismo, hay muchas necesidades emocionales y también hay necesidad espiritual, de eso nadie se ocupa. El ritual religioso es muy importante pero la gente experimenta mucho dolor, tú ya vienes sufriendo y en el funeral tradicional sufres más.
“Durante nuestros rituales que se llaman homenajes en vida son funerales, la gente no está pensando en la muerte, sino en la vida, en un ritual funerario tradicional el punto de atención está puesto en el difunto pero ya trascendió. ¿Quién atiende a los vivos?, que somos los que realmente sufrimos , tenemos ayuda terapéutica, psico espiritual, durante los homenajes de vida antes llamados funerales la atención es primeros auxilios de enfermería, primeros auxilios psicológicos en crisis, homenajes ceremoniales en vida, terapéuticos en los que celebramos la vida incluso bienestar durante un funeral, muchos dicen: ‘ahora que murió mi mamá , me siento diferente que cuando murió mi papá hace dos años, me duele menos’ , porque durante nuestra intervención que es un proceso terapéutico, estamos acompañando a las familias para que vivan su experiencia de catarsis , mejorar frente al duelo porque hay quienes lloran demasiado y hay quienes están luchando por ser muy fuertes, pero eso aquí en Veracruz no pasa. No tenemos la cultura de la tanatología”, comentó Gilsan López.
“Nosotros educamos a la familia durante los homenajes de vida y damos amor para que las personas avancen en el duelo, un funeral tradicional es lúgubre, dramático, el duelo se complica porque afrontamos mal el sufrimiento. Si orientamos y ayudamos a la familia para que no retrase el duelo no se complicará, sino avanzará y fluirá. Hemos tenido nuestro primeros homenajes y atendemos a familias completas , han referido mucho bienestar y paz, no podemos evitar que les duela pero podemos ayudarle muchísimo y a tiempo para que no se convierta en un sufrimiento inútil que es lo que pasa en un funeral tradicional que por lo regular es lúgubre y frío, ahi nadie te atiende, nadie te habla , te ponen una carroza bonita y te dan pan y galletas, aquí atendemos necesidades emocionales, espirituales, estamos protegiendo a los familiares que están vulnerables, damos medicamentos, ofrecemos ayuda tanatológica”, finalizó Gilsan López Bedoya.