Observador veracruzano

Desde las entrañas de la Contraloría General del Estado (CGE) operaba un grupo de funcionarios afines al ex gobernador Javier Duarte, eran tenebrosos y perversos, entre ellos estaban Fabiola Coyotzi Ordóñez y Emilio José Coutiño, quienes manipulaban a la ex contalora Leslie Garibo.
Una investigación permitió establecer que ambos personajes manipulaban a la ex contralora, Fabiola Coyotzi desde su cargo como Comisario Público de la CGE y, Coutiño, como coordinador de asesores de Garibo Puga.
Coyotzi laboraba en la CGE desde el año 2012 y con la nueva administración estatal se convirtió en un personaje cercano a Garibo Puga, en el organigrama de la institución su puesto dependía de la Dirección General de Fiscalización Interna y no de la Dirección de Transparencia y Función Pública, cuyo titular es Miguel Ángel Vega.
La cercanía de Coyotzi Ordoñez con Garibo Puga no duró mucho tiempo, la primera acabó por renunciarle y, a partir de ese instante, convirtió en infierno a la CGE al desatar una “guerra” intestina a partir de febrero del 2019.
El otro personaje siniestro es Emilio José Coutiño, quien laboró en SEDATU durante la administración de Rosario “N”, allí era responsable de los recursos del Fondo de Ordenamiento de la Propiedad Rural de la SEDATU, a cargo del Subsecretario Enrique González Tiburcio, de origen alvaradeño.
En ese tiempo laboraba también en SEDATU, Miguel Ángel Vega García, el encargado del Órgano Interno de Control, el cual, por cierto, de acuerdo con la evidencia documental no archivó ningún expediente sobre irregularidades y sí dio vista a la PGR por acciones que podrían ser constitutivas de delito.
Coutiño operaba desde el estado de Chiapas los recursos de SEDATU y con el paso del tiempo llegó a Xalapa para incorporarse al primer círculo de Leslie Garibo.
Esos dos personajes tuvieron todo el poder en la CGE, pero la ambición los habría llevado al abismo e incluso a traicionar a Garibo, actualmente los dos ya están fuera de la Contraloría General del Estado.
Con la salida de Coyotzi Ordóñez, de Emilio Coutiño y de la propia Leslie Garibo Puga, pareciera que las aguas vuelven a su nivel en la Contraloría del Estado, ya han dejado la institución cerca de diez funcionarios y la purga va a continuar.