Por: Jazziel Bustamante Hernández
En México somos un país con una población de un origen genético muy diverso. Según datos de la revista Science los orígenes de nuestra genética es de los más variados del mundo, lo cual ese importante estudio revela es que nuestro país es una mezcla no solo de europeos, también de africanos, asiáticos: pero algo que muchos habitantes sin conocer ese estudio ya sabíamos es nuestra gran diversidad cultural, lo vemos en cada uno de los 33 Estados del país , las tradiciones culturales de origen ancestral en Oaxaca, Guerrero, Coahuila , Veracruz , Yucatán, son tan diversas como nuestra gastronomía, la cual necesita un espacio aparte por lo extenso.
Pero dirán y esto del origen genético, tradiciones culturales, ¿qué tienen que ver con los crímenes de odio? En realidad tienen que ver mucho, partiremos desde los festivales de Chiapa de corzo, Alvarado, los sayones en Morelos, estas son algunas de las festividades donde los hombres “ heterosexuales “ se travisten sin causar el rechazo de la sociedad ya que son festividades históricas-culturales muy bien aceptadas. Es importante recalcar, ¿por qué en nuestro país se sigue discriminando a hombres o mujeres que se asumen como LGBTTTI+ lesbianas, homosexuales, transgénero? Y la respuesta es tan repetitiva en los grupos de trabajo, foros, campañas, que parece muy irónico que aún se siga rechazando, discriminando y asesinando a personas por el hecho de ser diversos pero todo comienza desde que somos pequeños. Si, en la construcción sociocultural patriarcal, la cual nos educaron y lamentablemente aún siguen replicando, esto tiene que ver en la forma como se comprende la sexualidad y las relaciones interpersonales, anteponiendo prejuicios o creencias sobre lo “ correcto y “malo” en las identidades de género u orientaciones sexuales, las cuales siempre han estado aquí.
Muy pocas familias abordan el tema sin prejuicios o con libertad ya que el estigma y negatividad referente a los temas sobre sexualidad, a esto le agregamos la ignorancia del tema de un gran sector de la población, esto nos lleva a construirnos en una sociedad a ciegas en dichos temas, los cuales en diversas ocasiones si escuchan el sermón del pastor o sacerdote los cuales tienen sus construcciones muy bien diseñadas sobre el control de la sexualidad, de lo que sí es “correcto, de lo que es pecado “, trayendo un choque brutal para todas aquellas personas quienes no se adapten a ese molde nombrado Heterosexualidad, cisgénero, categorías absolutistas estereotipadas sobre cómo debemos comportarnos desde el momento que nacemos.
En efecto el sistema nos categoriza, nos crea moldes muy marcados sobre qué es ser hombre y qué es ser mujer, asignando ciertas actividades de roles de género, al ir creciendo los niños (as) nos damos cuenta que pueden agradarnos ciertas actividades que están asignadas para el género contrario, sin embargo, al romper ese molde que nos han creado y asignado trae el rechazo, no necesariamente en personas transgénero u homosexuales, son rechazados con burlas, discriminación por asumir o practicar roles distintos a su género, también personas heterosexuales que transgreden tales prácticas se les señala el sistema como “correctas” (heterosexualidad) (cisgénero) .
Los crímenes de odio por orientación sexual e identidad de genero son construcciones socioculturales sobre normas de lo “correcto y buenas practicas “, ¿es entonces el odio algo con lo que se nace? Claro que no, el odio hacia la diversidad sexual o diversidad cultural son emociones y sentimientos aprendidos, es como una bola de nieve: al ser pequeños nos introyectan en nuestras mentes un catálogo de esto si es bien visto, esto es lo correcto , y esto es mal visto. Conforme vamos creciendo estas ideas van aumentando más y más, hasta el punto de llegar a odiar y detestar tales formas diversas de ser (homosexualidad, transexualidad), en muchas ocasiones jamás se dieron oportunidad de conocer o tratar algún hombre transgénero, homosexual, mujer,transexual, lesbiana, pero el estigma referente a estos ya les creo una idea negativa.
Pues bien estas construcciones negativas tienen diferentes niveles de violencia y la más terrible de ellas es el cometer un asesinato a una persona por el simple hecho de ser alguien con una identidad de género u orientación sexual distinta al sistema Heteronormado .
Los asesinatos y violencias en torno a las personas LGBTTTI+ comienzan por la boca (lenguaje) como bien decía la psicóloga y activista Agnes Torres, asesinada hace un par de años terriblemente en Puebla, lo que impulsó la ley Agnes Torres para tipificar los crímenes de odio en el vecino Estado, si bien comienza por el lenguaje también es cierto que desde la infancia y adolescencias es donde más absorbemos información la cual nos marcará por el resto de nuestras vidas, y es aquí donde todas las personas tenemos un papel crucial, educando, replicando, deconstruyendo, reeducando, construyendo nuevas formas sin estereotipos, sin prejuicios.