Carlos Hernández
La tradición de llevar a las iglesias a los niños vestidos de inditos sigue viva en el puerto de Veracruz, pero no todos los padres de familia adquieren el servicio de fotografía que ofrecen los fotógrafos que se instalan afuera de los recintos religiosos. Hay algunos padres que sólo llevan a sus hijos a la iglesia para que el Obispo o el padre les dé la bendición, presentan al niño con la Virgen de Guadalupe y si acaso le toman una fotografía con los celulares de los padres, cuya imagen nunca tendrá la misma nitidez que con una cámara fotográfica profesional. De hecho al imprimirla la foto puede no salir con buena resolución, pero eso no les importa a muchos padres de familia quienes quieren tener un recuerdo de sus hijos vestidos de inditos, pero muchas veces no cuentan con el dinero para adquirir los servicios fotográficos que ofrecen los expertos en este ámbito profesional.
Desafortunadamente para los fotógrafos que colocan su escenografía en la que lucen imágenes de la Virgen de Guadalupe y un animal de juguete para que el niño se siente, esta tradición podría perderse pues cada año sus ganancias son menores en comparación al año anterior, debido a que ya no tienen el mismo número de clientes. Los fotógrafos instalan el escenario para que los padres coloquen ahí a sus hijos y les tomen la foto. Algunos padres si compran el paquete fotográfico, pero otros no. Hay diferentes paquetes y precios, unos más caros que otros. La situación económica de los veracruzanos afecta considerablemente esta tradición.