Leopoldo Tlaxalo
A unos metros de donde se llevó a cabo la jornada de vacunación de la influenza, evento en el que se encontró presente el alcalde de Veracruz, Fernando Yunes Márquez y su esposa Mariela Lohmann de Yunes, unas personas se manifestaron con pancartas en el Zócalo de Veracruz para pedir justicia por el asesinato de Ernesto y Román Pérez González, los dos jóvenes profesionistas que fueron ejecutados por policías en la ciudad de Orizaba. En las pancartas los ciudadanos manifestaban su repudio por la impunidad que reina en la entidad veracruzana, pues se cometen asesinatos y la mayoría de ellos quedan impunes, con lo que se corre el riesgo de que los culpables de esos crímenes vuelvan a cometer delitos en contra de la humanidad.
Los inconformes fueron encabezados por el ambientalista Filemón Robles Rodríguez, quien comentó que en aquel municipio opera la delincuencia y los orizabeños sufren por los altos índices de inseguridad que se registran en Orizaba. Al ver que la autoridad municipal no hace nada por solucionar este problema, los manifestantes exigen que sea destituido de su cargo el alcalde de Orizaba, Igor Rojí. Lo más lamentable es que ahora los ciudadanos no sólo tienen que cuidarse de los delincuentes, también de los policías.