Leopoldo Tlaxalo

El historiador y director del Museo de la ciudad, Ricardo Cañas Montalvo aseguró que actualmente las familias veracruzanas ya no acostumbran poner altar de muertos para recordar a sus fieles difuntos por la situación económica que se padece a nivel nacional y por el advenimiento de las influencias estadounidenses: el Halloween. En vez de colocar un altar de muertos, los ciudadanos prefieren ir al panteón a dejarles flores a sus difuntos, hacer oración para que esa persona que ya no está en la tierra descanse en el cielo y si cuentan con recursos económicos hasta contratan un mariachi para que interprete las canciones que le gustaban al occiso.
En caso de que pongan un altar, los veracruzanos invierten desde 200 pesos hasta 2,000 pesos dependiendo de lo que compren para adornar su altar y los niveles que le pongan. Los altares más sencillos tienen flores, pan de muerto, agua, papel china picado y frutas típicas como la mandarina y calabaza. Algunas personas cocinan los platillos que le gustaban al difunto como mole, picadas, entre otras delicias gastronómicas. Obviamente entre más productos le agregue a su altar, será más elevada la inversión que usted hará pero le quedará la satisfacción de mantener vivas las tradiciones más representativas del país.
“El altar de muertos es una ofrenda que se coloca a los fieles difuntos para que sus almas degusten lo que les gustaba saborear en vida. El altar de muertos no es para honrar a los difuntos, es el día que ellos vienen para convivir con nosotros y comer lo que les gusta, por eso en las casas desde muy temprano se colocaba el altar y se ponía una veladora por cada difunto, agua e incienso y no había ruido en la casa, los espejos se tapaban para que no se reflejara y se les rezaba”, comentó el director del Museo de la ciudad, quien añadió que la administración municipal que encabeza Fernando Yunes Márquez se preocupa por conservar las tradiciones mexicanas como el altar de muertos, el cual se coloca en las escuelas públicas y privadas del puerto de Veracruz para que la tradición se le enseñe a los niños y perdure de generación en generación. Cañas Montalvo dio una breve explicación de lo que significan los elementos que se colocan en el altar. “El incienso abre la puerta y crea el camino para que las almas lleguen a degustar lo que se les está poniendo, están los cuatro elementos en el altar: el elemento fuego por las veladoras, el elemento agua en los vasos, el elemento tierra que se usa haciendo una cruz con aserrín y el elemento viento con el papel de china picado. Los colores son muy importantes, el naranja significa vida y el morado significa muerte”.
Cañas recordó que antes, cuando él era niño, los altares tenían entre siete y nueve niveles, ahora por las carencias económicas que viven los veracruzanos sólo hacen su altar de un solo nivel. “Cuando son dos niveles representa el cielo y la tierra, cuando son tres representa el cielo, la tierra y el infierno; cuando son cuatro, el cielo, la tierra, el infierno y el purgatorio”, concluyó Ricardo Cañas Montalvo, quien exhortó a la población a mantener vivas las tradiciones de colocar un altar.