Observador veracruzano

El pasado 12 de junio se dio a conocer la noticia de que una aeronave mexicana, que cumplía con las características de aquellas que utilizan para el tráfico de drogas, se había desplomado en Venezuela, en la finca “Mis Amores”, del municipio de Barat, al oeste de Zulia; una región colindante con Colombia.
De acuerdo al diario, El Universal, que tuvo la primicia, dos pilotos fueron arrestados en el lugar y acusados por participar en el tráfico de drogas; de hecho, fueron las brigadas antidrogas y la Policía especializada de Venezuela los encargados de llegar hasta la zona del desplome, y de arrestar a los dos pilotos que huían del lugar.
De acuerdo a Néstor Reverol, ministro venezolano de Justicia, algunas pistas y otros rastros encontrados en la aeronave confirman que “fue utilizada para el narcotráfico, y al caer quedó oculta en unos matorrales de una pista no autorizada; iba a ser abastecida con combustible para dirigirse hacia la frontera de Colombia, donde recibiría una cantidad no determinada de drogas”.
La nota subraya que la aeronave poseía una matrícula norteamericana N3695W, y que, al arribo de las autoridades, dos pilotos cuya identidad era desconocida, fueron arrestados. A ellos se les incautaron teléfonos satelitales, GPS’s y 540 dólares americanos y 10,000 pesos mexicanos, además de otros objetos.
El día de ayer, no obstante, el periodista Ricardo Ravelo dio a conocer para el medio Sin Embargo, que esos dos pilotos detenidos pertenecen a la nómina del gobierno de Veracruz, pues trabajan como los pilotos personales del su todavía gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares.
Esos dos pilotos desaparecidos son Esdras Morales y José Luis Crisanto, que en 2016 eran los principales operadores de la aeronave de Yunes, y habrían estado dedicados a una tarea especial: rastrear en Costa Rica, Nicaragua y Guatemala, las propiedades que Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz, habría amasado con recursos públicos.
Las pistas de la ubicación de las propiedades las habría estado soplando a Yunes, el otrora socio de Duarte y supuesto artífice de su esquema de desvíos, hoy Diputado Local, Vicente Benítez González. A cambio de esa información, Yunes lo habría perdonado.
Esdras Morales y José Luis Crisanto habrían cubierto todas esas rutas durante el primer cuatrimestre de 2016 en compañía de Andrés Vargas como copiloto, el señalado de pertenecer al cártel.
Ravelo también da a conocer otro detalle interesante: las placas de la aeronave siniestrada, una Beechcraft King Air 90, fueron modificadas para despistar a las autoridades respecto a la verdadera procedencia de la nave. Hasta donde se sabe, la aeronave pertenece a la empresa Jetnet LLC Trustee.
Según las pesquisas de las autoridades venezolanas y con base en el expediente del caso, Vargas y otro piloto –Héctor Jabes Rincón Torres– están relacionados con el cártel de Sinaloa, cuya presencia en Venezuela y Colombia ha crecido en forma exponencial y hoy controlan gran parte del movimiento de drogas hacia México y Estados Unidos.
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