Por: Alberto Limonta

Sin propuestas, con descalificaciones y alguna ocurrencia transcurrió el primer debate de los candidatos a la presidencia de México, El Bronco se pronunció por amputar las manos a los ladrones.
Andrés Manuel López Obrador, candidato de Morena, reiteró su viejo discurso de no robar y no traicionar al pueblo, pero hizo mutis cuando Meade lo acusó de ser dueño de tres departamentos.
Ricardo Anaya muy acartonado, apegándose al guión de sus asesores, sostuvo es el único candidato que le puede ganar a Andrés Manuel López Obrador, sin aclarar nada de su patrimonio y negocios lucrativos que acostumbra realizar.
José Antonio Meade, candidato del PRI, rígido, como catedrático de facultad, sin grandes propuestas y usando muchos tecnicismos que no entiende la gente, sin hacer “click” con los electores.
Margarita Zavala, candidata Independiente, estuvo entrona, apasionada, pero nadie la tomó en cuenta porque no hay un proyecto de nación, se concretó a hablar en términos generales de temas diversos, nada nuevo.
Y El Bronco, candidato independiente, salió con la puntada de que para acabar con la violencia y la criminalidad en este país hay que cortarle las manos a los ladrones y militarizar las escuelas secundarias, “jaladas” que generaron gran cantidad de memes en redes sociales.
Los candidatos son tan malos que nadie ganó el debate, quien menos perdió fue Ricardo Anaya y al que menos le afectará en su campaña será a Andrés Manuel López Obrador porque continúa arriba en las encuestas.