Leopoldo Tlaxalo

20 empleados del Instituto Veracruzano de Cultura fueron despedidos injustamente, algunos de ellos se manifestaron en las instalaciones del IVEC exigiendo ser reinstalados en sus puestos de trabajo, pues consideran una injusticia su despido debido a que ellos tenían años trabajando en el IVEC, no eran aviadores. Si ya no los quieren, piden que los liquiden conforme a la ley. Explican que en el tiempo que estuvieron trabajando en el IVEC siempre cumplieron con su horario de trabajo y si requerían que trabajaran sábados y domingos, lo hacían….y no les daban dinero extra por ese sacrificio. Se quejan de que están despidiendo a los empleados con más antiguedad y dejan a los fidelistas y duartistas que se caracterizan por la corrupción.
Los afectados se quejan amargamente porque el despido no obedece a una política de austeridad implementada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, pues los corren a ellos y desde enero de este año a la actualidad han contratado 50 personas nuevas quienes seguramente son recomendados de algún alto funcionario porque a ellos si les dan viáticos. Los despedidos esperaban que este gobierno del cambio no los afectará con lo más sagrado que tiene el ser humano que es su trabajo. Los empleados del IVEC denuncian públicamente que desde que ocupó el cargo como director del IVEC, en enero de este año, Enrique Márquez Almazán, ellos hn sufrido muchas anomalías. Por diplomacia guardaron silencio cuando laboraron en la dependencia pero ya no pueden seguir callando.
Relatan los afectados que sufrieron persecución y acoso laboral por parte de Maria del Rocío López Guzmán, quien a pesar de no tener grado académico, ocupa el cargo de jefa del departamento de Recursos Humanos. María Inés Rodríguez Rojas, jefa del departamento jurídico, se unió al acoso laboral en contra de los trabajadores. Ambas levantaban actas de abandono de trabajo injustificadas y a escondidas de los empleados,como una estrategia infame para tener motivos para despedirlos.
No les pagaban puntualmente los depósitos de nómina, lo que los afectaba. Incluso, en una ocasión, el pago se atrasó seis días. Los trabajadores se presentaron a trabajar el viernes 29 de septiembre en el recinto sede del IVEC y Centros Culturales. Se les notificó que a partir del día 30 se rescindía la relación de trabajo. La noticia les cayó como balde de agua fría. No les dieron finiquito ni hubo cancelación formal del contrato de trabajo, puesto que elaboraron un machote general donde se les acusa de daño patrimonial y faltas injustificadas, pero estas acusaciones son mentiras y las inventaron las jefas de los departamentos de Recursos Humanos y Jurídico. Buscan pretextos para ponerlos de patitas en la calle y que ellos no reclamen lo que por ley les pertenece.
Lo peor del caso es que privaron de su libertad momentáneamente y ejercieron violencia psicológica en contra de los empleados para obligarlos a firmar renuncias y notificaciones de finiquito. Los afectados son: Antonia Bautista Pérez, Sagrario Lemmu Martínez, Paula Echeverría, Agustín Corona Mejía con 25 años de antiguedad; además de Guillermo González Martínez, Karla Maldonado Álvarez y Salvador Torres García con 20 años de antiguedad. Éste último sufre de hipertensión y diabetes y no le han depositado su quincena para que compre alimentos y medicinas. Es un verdadero calvario el que viven estos 20 trabajadores despedidos.