Por: Leopoldo Tlaxalo Jaramillo
Como si ellos no tuvieran cola que les pisen, los senadores del PRI, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla; el dirigente estatal del PRI en Veracruz, Renato Alarcón Guevara; el diputado federal, Erick Lagos Hernández y los diputados locales Juan Nicolás Callejas Roldán, Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI; así como Fernando Kuri Kuri, Coordinador del Grupo Parlamentario Juntos por Veracruz, pidieron a las autoridades que se investigue y se sancione a los responsables del evidente uso electoral de programas sociales y de ayuda a damnificados por el huracán “Katia”. Esta acción por supuesto no fue del agrado del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, pues los priistas lo señalan como el principal responsable del reparto de despensas y piden una sanción ejemplar para él. No cabe duda que el escándalo nacional que se suscitó a raíz del reparto de apoyos de la asociación civil “Yunete” ha perjudicado la imagen de Yunes Linares, quien, dicen los priistas, no puede decir que no sabía nada de lo que hacían sus subalternos pues Yunes tiene ojos y oídos por todos lados, más porque se trataba de funcionarios de su administración, como Rafael Abreu Ponce. Lo peor que pudieron haber hecho estos funcionarios bisoños fue difundir sus “buenas acciones” a través de las redes sociales, pues lejos de verse beneficiados con la noticia, les salió perjudicial no sólo a ellos, quienes fueron cesados de su cargo, sino también al gobernador, porque ahora intervendrá la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales, quien investigará el caso a petición de los senadores y diputados tanto locales como federales.
El Senado de la República exhortó a la Procuraduría General de la República y a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales para que este caso sea investigado y se sancione al gobernador de Veracruz de hallársele culpable, por la entrega de despensas con fines electorales. Yunes nunca se imaginó que esta acción le fuera a resultar contraproducente, pero era obvio que no se iba a quedar de brazos cruzados y por eso instruyó al Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz para que citara a declarar al ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán ante el Ministerio Público. Este es un as que Miguel Ángel se sacó de la manga, ante el escándalo mediático en el que se ha visto envuelto y el cual, desafortunadamente, se le irá olvidando a la ciudadanía con el transcurso del tiempo. Al ser entrevistado a principios de esta semana, el Fiscal reconoció que no había nada en contra de Fidel Herrera, dos días después como por arte de magia se le ocurre girar un citatorio para que declare el inombrable Fidel Herrera. Por supuesto la ciudadanía no se traga el cuento de que Winckler es autónomo, pues todo mundo sabe que obedece órdenes del gobernador.
Al verse envuelto en este escándalo a nivel nacional que le costó la decepción de muchos veracruzanos, Miguel Ángel Yunes Linares tuvo que recurrir al show mediático que le genera puntos positivos a su popularidad: el caso de la compra de medicamentos clonados en el que se vieron perjudicados niños enfermos de cáncer. Al ser los niños un sector vulnerable y que se vio afectado con los actos de corrupción de Fidel y Duarte, la noticia de que Fidel Herrera será llamado a declarar adquiere puntos positivos a la imagen del gobernador, puntos que perdió con el caso Yunete y que espera recuperar porque aunque lo niegue, perdió muchas simpatías.
A pesar de que Fidel Herrera fue un gobernador corrupto y que le hizo mucho daño a los veracruzanos con sus acciones, hay que reconocer que es un tipo carismático y que cierto sector de la población, sobre todo los ignorantes y poco informados, siguen teniéndolo en un pedestal como si hubiera sido lo mejor que nos pasó a los veracruzanos. Nada más alejado de la realidad. No hay que olvidar que Fidel fue el causante de que tuvieramos seis años de una administración desastrosa encabezada por Javier Duarte, pues él nos lo impuso como gobernador y durante la administración fidelista la corrupción y la impunidad fueron el sello de su gobierno. Además de que Fidel Herrera le abrió las puertas a la delincuencia, pero claro, los veracruzanos no tienen memoria.
¿Qué gana Yunes Linares con que Fidel Herrera venga a declarar el próximo 18 de septiembre? Que todos los reflectores que en este momento tiene Yunes encima de él se vayan hacia la figura de Fidel Herrera y desviar la atención del escándalo por el caso Yunete. La estrategia del gobernador está bien definida, es maquiavélico, pero en ocasiones sus planes resultan exitosos. ¿Pero podrá Miguel Ángel Yunes Linares meter a la cárcel a Fidel Herrera Beltrán como lo hizo con Javier Duarte? Se ve poco probable, pues si hubiera querido ya lo hubiera hecho desde hace mucho tiempo, pero algo hay en esa relación enfermiza entre estos dos personajes que no pueden hacerse daño el uno al otro. Daño en el sentido de meterse a la cárcel uno al otro, porque Yunes habla mucho de la corrupción de Fidel Herrera pero hace mutis cuando se le cuestiona por qué no se ha girado una orden de aprehensión en su contra si es que hay pruebas que avalan que Fidel cometió delitos durante su administración.
Habrá que ver a quien beneficia más este escándalo mediático, si a Fidel o a Yunes pues los dos tratarán de obtener algún beneficio. Sería catastrófico para el ego de Yunes que la ciudadanía le demuestre su apoyo a Fidel y a él lo ignoren. Los priistas ya se están preparando para recibir a Fidel Herrera y demostrarle su apoyo al más puro estilo populista. A ver si no le resulta contraproducente a Miguel Ángel Yunes Linares traer de regreso a Fidel Herrera Beltrán. ¿Qué habrá pasado entre este par que provocó que, siendo grandes amigos en el pasado, ahora sean los peores enemigos? Algo que no puede negar Miyuli es que a Fidel lo puede acusar de todo menos de ser un tonto, pues FHB sabrá capitalizar muy bien su llegada a tierras veracruzanas para demostrarle a Yunes que, a pesar de todo, la gente no lo olvida.