Suka… fuiste para todos nosotros una luz inspiradora. En los momentos de crisis, nunca dudaste en ofrecernos guía, consejo o consuelo.

Hoy te nos adelantaste, pero no sin antes dejarnos un ejemplo inolvidable de lucha, fortaleza, perseverancia y amor por la vida.

Dejas en nosotros un vacío profundo, que solo podremos llenar con los recuerdos de tu solidaridad, tu empatía y tu infinita paciencia.

Tu partida nos rompe el corazón… pero también nos deja la dicha de haberte conocido y la misión de honrar lo que sembraste en cada uno de nosotros.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *