Ante está situación denuncia que el hermano de su esposo intenta quitarle su patrimonio apoyado por la asociación de artesanos a la cual pertenecía y en la que también la dieron de baja arbitrariamente.
Señala que al iniciar la asignación de espacios en la renovada plaza, ella no ha sido considerada para recibir uno.
La concesionaria expresó su temor a quedarse sin un lugar donde seguir operando, lo que afectaría su sustento personal y al de su familia, en la cual dependen sus hijos de ella.
Hizo un llamado a las autoridades correspondientes para que se tomen decisiones justas y equitativas en la asignación de espacios.
“Aprovechando que ya no estoy ahí, no estoy todavía en el nuevo, en el cambio de sede donde ya van a querer cerrarme las puertas para no dejarme el acceso” afirmó.