
Después de un mes en el que se suspendieron las actividades en el Nacional Monte de Piedad por la huelga, los trabajadores inconformes votaron a favor de recibir un aumento salarial de 18 por ciento y otras modificaciones en su contrato colectivo de trabajo, por lo que ya no hay razón para continuar la huelga y abrirán sus sucursales a partir del 19 de marzo.
Lo anterior fue informado por el secretario general de la Sección 7 del Sindicato Nacional de Empleados y Trabajadores del Nacional Monte de Piedad, Ricardo Fernández Uscanga, quien invitó a la gente que acude a las sucursales de estos establecimientos a realizar sus operaciones a partir de la siguiente semana.
“El primer minuto del día de hoy, la huelga que prácticamente cumplió un mes, concluyó el día de hoy 15 de marzo, afortunadamente contamos con un Comité Ejecutivo Nacional combativo, responsable, honesto que logró que se mejorarán las condiciones laborales que teníamos en nuestro contrato colectivo de trabajo”, dijo el líder.
Agregó que los clientes que pagaron refrendos o desempeños se les abonará “Dinero Monte” que pueden utilizar para el pago de refrendos posteriores.
Fernández Uscanga dijo que el Nacional Monte de Piedad llegó a varios acuerdos con sus trabajadores como darles un incremento salarial del 18 por ciento y 100 por ciento del pago de salarios caídos, reinstalar a colaboradores despedidos, compactar algunas plazas y ampliar las jornadas laborales a 40 horas.
“Hoy nos dieron el día para descansar, pero mañana presumiblemente tenemos que empezar a prender equipos y a componer las cosas para iniciar nuestras labores a partir del próximo martes, ya ahorita si se asoman en las 12 sucursales que tenemos en la zona conurbada, la bandera rojinegra ya no estará colgando”, señaló Fernández Uscanga.
Como usted recordará el 14 de febrero el sindicato del Nacional Monte de Piedad estalló en huelga. Los afectados señalaron que el líder de la institución frenó el diálogo por intereses particulares.
La huelga provocó que miles de clientes en todo el país se vieran afectados y con incertidumbre al no saber que pasaría con sus prendas empeñadas. Algunos estaban desesperados buscando recuperar sus prendas y no sabían cómo realizar sus refrendos.