
Una más de las decisiones erradas del presidente Andrés Manuel López Obrador es que el gobierno federal se haga responsable del mantenimiento de la red carretera federal, lo cual ocasionará el cierre de cerca de 10 mil empresas constructoras, de las cuales 300 son de la entidad veracruzana, informaron Marcos Salas Contreras y Martin Fernando González Vieyra, presidentes de la Sociedad Mexicana de Industriales y Transformadores de la Construcción (SMITC) y de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC) respectivamente.
Los afectados informaron que interpondrán un amparo universal o colectivo en donde se sumarán a las organizaciones del ramo que están inconformes por esta determinación y exigen una explicación de los motivos que impulsaron a tomar dicha medida.
Los líderes empresariales expresaron que al cederle el Programa de Mantenimiento de la Red Carretera Federal, también se le canaliza a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) los 11 mil millones de pesos que se le habían presupuestado a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), lo cual llevaría al fracaso y a la quiebra total de más de 10 mil constructoras de todo el país.
“Prácticamente ningún constructor que se dedica al mantenimiento de las carreteras tendrá trabajo, porque todo ese programa lo realizarán los militares, en lugar de salvaguardar la seguridad de los mexicanos, ahora se dedicarán a tapar baches”, añadió.
Los constructores están inconformes de que se haya tomado una decisión tan a la ligera, porque con dicha determinación se pierden alrededor de 200 mil empleos directos a nivel nacional, al cerrar las más de 10 mil empresas que hoy están en riesgo de bajar la cortina, pues no tienen la posibilidad de generar más fuentes de trabajo.
En el caso de Veracruz, son alrededor de 300 empresas constructoras las que se verán obligadas a cerrar sus puertas al no tener obras, dejando sin empleo a más de 5 mil jefes de familia, y de manera paralela, los trabajadores de la SICT, encargados de estas tareas y cargados a una nómina, se quedarán encerrados en sus oficinas al no tener ni para la gasolina ni para sus unidades, pues la labor encomendada, la realizarán los soldados, pero el pago de sus salarios seguirá costando a los mexicanos.
El dirigente constructor recordó que el argumento del presidente de la República es que hay una gran corrupción en el sector: “que hay mucho bandido en el sector que lo señale, que indique quienes son y que les hagan los cargos, no tiene porque quitarle las carreteras en buenas condiciones a los mexicanos”.
El presidente de la SMITC evidenció su preocupación porque detrás de esa medida es que ya no hay dinero para la conservación y mantenimiento de las carreteras, y por no decir que no hay dinero, el presidente prefiere poner de fachada a la Sedena.
Consideró que los militares no cuentan con la capacidad necesaria para llevar este tipo de tareas, el Ejército tiene equipo para tramos largos, como el Tren Maya, pero no para bachear, añadió.
Martín Fernando González Vieyra, presidente de la AMIC en el Estado de Veracruz, expuso que la medida presidencial no solo afecta a las empresas constructoras, sino también a aquellas que sobreviven alrededor de éstas y que suministran cal, cemento, arena, varillas, asfalto, grava y arena, entre otros, así como combustibles y lubricantes, y demás insumos, materiales y herramientas que requieren para realizar estas tareas.
En breve se interpondrá el amparo universal o colectivo en contra de esa medida, porque esa decisión afecta a los constructores.
Por lo que cuestionó al titular del Ejecutivo Federal bajo qué reglas o ley se basó para tomar una decisión de esa envergadura, porque hay una ley de Obra Pública que sacó el Ejecutivo para hacer licitaciones y muchas cosas y bajo qué ley trabajará la Sedena, cuáles son las condiciones que nos va a poner, porque al final de cuentas la Sedena tendrá que subcontratar los trabajos y cuáles serán las condiciones para ello, cuestionó.
Finalmente, pidió al Presidente de la República dé una explicación de por qué tomo esa decisión que afectó a muchas empresas del país,