Que irresponsabilidad del presidente Andrés Manuel López Obrador decir que los jóvenes asesinados en Celaya habían consumido drogas, cuando los exámenes toxicológicos revelan que lo que dijo el presidente es mentira.
El presidente manchó el nombre de estos jóvenes sin tener conocimiento de la realidad. Incluso dijo que no tenían amor de sus padres cuando no los conocía por lo que no puede decir eso de personas a las que no conoce.
No es la primera vez que habla sin tener conocimiento de los hechos, pero lo que dijo es muy serio. Si tuviera humildad pediría una disculpa a la familia de los jóvenes asesinados y aunque el daño ya está hecho, por lo menos el reconocer su error sería de valía para la familia.
Es una tristeza que nos esté gobernando una persona que no conecta el cerebro con la lengua. Cuánta decepción de los que votaron por él y se dan cuenta que no tiene la menor empatía por los que sufren las desapariciones y asesinatos de sus hijos.