El 7 de diciembre del año pasado, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador designó a Rafael Marín Mollinedo como nuevo titular de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), sin imaginar que no iba a acatar sus órdenes y su trabajo daría mucho de que hablar.
Se sabe de buena fuente que Marín Mollinedo está cuidando los intereses del grupo de Texcoco sobre la autoridad que representan los secretarios de la Defensa Nacional y Marina, a través de la dirección general de evaluación para inventar procesos en contra de los titulares de las aduanas más importantes y romper con todo el trabajo anticorrupción que hasta la fecha ha logrado el presidente.
La función del titular de la ANAM va en contra de la política difundida por el presidente López Obrador. Lo peor del caso es que éste parece saberlo y no lo pone de patitas en la calle. A Rafael Marín parece no importarle el incremento a la recaudación fiscal, pues su único objetivo es obtener recursos para financiar las elecciones y facilitar el tráfico ilícito de mercancías. No le importa entregarle buenas cuentas a su jefe.
Con las malas prácticas que emplea este servidor público, se comienza a decir que el sistema aduanal del país se encuentra en las peores manos, es como dejar la iglesia en manos de Lutero.
El equipo que acompaña a Marín Mollinedo no goza de buena reputación. Bajo sus órdenes está Alex Tonatiuh Márquez Hernández, quien se desempeña como director general de recaudación en la Agencia Nacional de Aduanas de México y es señalado por realizar presuntas actividades ilícitas.
Alex Tonatiuh Márquez Hernández fue exhibido a través de la cuenta de twitter de un usuario que dice textualmente: “La esperanza de un cambio contundente con Rafael Marín Mollinedo en AduanasMX desapareció con la designación de Alex Tonatiuh Márquez Hernández como director general de Recaudación, quien siempre pasa encima de la ley para cumplir sus caprichos. En Polanco, Tonatiuh armó pachanga en contingencia sanitaria sin importar que sea martes. Amenazó de muerte al administrador. Dice ser un alto funcionario de la SEGOB_mx”.
Según información revelada por el periodista Jorge Ramos en Univisión y por el columnista de El Universal Mario Maldonado, Tonatiuh está involucrado en diversas indagatorias por el tráfico de diésel, biodiesel y gasolina provenientes de EE.UU. Además, estaría operando ilícitamente un despacho en la colonia Roma con recursos de la ANAM. Estas acciones ilícitas las lleva a cabo en complicidad con Héctor Antonio Ruiz Ángel, un funcionario de nuevo ingreso que no tiene experiencia ni perfil para este trabajo.
Aún así, su sueldo mensual de Ruiz Ángel es de aproximadamente 136 mil pesos, sueldo que ha causado polémica e indignación entre la población, pues incluso gana más que el presidente de la República.
Otra persona que tiene preocupada a la población por sus malos antecedentes es Alejandro Enrique Arcos Romero, quien se ostenta como particular de Rafael Marín Mollinedo. Arcos es ex director general de la Agencia. Su presencia en la ANAM es una muestra clara de que habrá corrupción en la dependencia.
La situación en las aduanas se agrava tras la filtración de una investigación que estaría realizando el FINCEN, organismo del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en torno a este sector por su posible involucramiento en una red de financiamiento ilegal a campañas políticas de MORENA con recursos provenientes de bandas delincuenciales de EE.UU.
Mexicanos que viajan entre Estados Unidos y México han sufrido el acoso de las autoridades aduaneras, como el caso de un ciudadano de identidad reservada a quien desde hace más de un año, le retuvieron en una garita un equipo fotográfico profesional, bajo excusas fuera de sitio y pretendían cobrarle casi 80 mil pesos por permitirle su ingreso al país a pesar de ser equipo de trabajo de su propiedad.
El diario Reforma publicó una serie de correos electrónicos en los que se evidencia una estrecha relación entre el empresario, la secretaría de Hacienda y el hijo del presidente ‘Andy’ López Beltrán, lo que causó indignación entre la población y críticas de la oposición en contra de la administración de López Obrador.
La gran interrogante al presidente es ¿hasta cuándo Aduanas dejará de ser la bolsa grande de esta bola de corruptos?, pues Mollinedo, Márquez, Ruiz y Arcos la utilizan para sus negocios sucios, dejando en el olvido el bienestar nacional y la máxima del presidente que dice no mentir, no robar y no traicionar.
Hay ilegalidad en la compra de los equipos de las aduanas en los cuales está involucrada la SEDENA, la SEMAR, Horacio Duarte y Rafael Mollinedo, lo que se evidencia en el sistema de compras a nivel nacional para que den vista a la Secretaria de la Función Pública.