TEV reconoce violencia política de género contra Ivonne Trujillo, pero valida elección en Altotonga

El Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) resolvió este viernes el caso de Ivonne Trujillo, candidata de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Altotonga, reconociendo que fue víctima de violencia política en razón de género durante el proceso electoral. Sin embargo, pese a la gravedad de los hechos acreditados, el órgano jurisdiccional determinó no anular la elección, argumentando que la diferencia entre el primer y segundo lugar fue de 6.7%, superando el umbral legal del 5% para considerar que la violencia pudo haber sido determinante en el resultado.

Durante la sesión, los magistrados coincidieron en la existencia de un patrón de violencia digital ejercido contra Trujillo, que incluyó mensajes misóginos, descalificaciones, burlas y hasta una falsa acusación de asesinato. La magistrada Claudia Díaz Tablada subrayó que las publicaciones en redes sociales “denostaron a la candidata con comentarios que denigran su persona y que muestran un comportamiento machista”, afectando su imagen pública. Por su parte, el magistrado Gilberto Constituyente Salazar Ceballos fue enfático al señalar: “Fue excesivo lo que ocurrió… no es posible que se den condiciones tan adversas para una mujer solamente por ser mujer”.

La magistrada ponente, Tania Celina Vázquez Muñoz, también reconoció que en Altotonga y Soconusco se acreditó la existencia de violencia política contra las mujeres en razón de género. No obstante, el TEV concluyó que, al no cumplirse el criterio cuantitativo de afectación directa al resultado electoral, no procedía la nulidad de la elección. La resolución fue emitida casi al límite del plazo legal, lo que el propio tribunal justificó por la complejidad del caso y los recientes cambios en los criterios federales.

La decisión ha generado críticas por parte de sectores que consideran que, aunque se reconoció la violencia, no se garantizó justicia electoral para la víctima. El caso de Ivonne Trujillo deja un precedente inquietante: se acreditó violencia política de género, pero no se corrigió su impacto en las urnas. La candidata deberá acudir a instancias superiores para continuar su búsqueda de reparación.

El TEV advirtió que este tipo de actos —basados en estereotipos, misoginia y campañas de desprestigio— no pueden normalizarse en una democracia. Sin embargo, el fallo deja abierta la discusión sobre la eficacia de la normativa electoral cuando reconoce la agresión, pero no repara sus consecuencias políticas.

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