
Descontento en MORENA Veracruz, los militantes exigen la renuncia de Esteban Zepeta por presunta corrupc1ón y alejamiento del partido
•Lilia Santos.
Xalapa, Ver.
El ambiente en Morena Veracruz se encuentra convulsionado. Un grupo significativo de militantes y simpatizantes del partido emitió un documento público en el que exigen la renuncia inmediata del dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta, a quien responsabilizan por un desplome en la cohesión interna y una serie de prácticas contrarias a los principios que fundaron al Movimiento Regeneración Nacional.
El pronunciamiento, dirigido a la gobernadora electa Rocío Nahle García quien es reconocida por la militancia como la primera morenista en alcanzar el máximo cargo estatal expone un cúmulo de irregularidades que, aseguran, han marcado la administración de Ramírez Zepeta en la dirigencia estatal. Entre las denuncias más fuertes se encuentran la imposición de candidatos sin consulta previa a las bases, la venta de candidaturas a cambio de favores políticos, la corrupción sistemática dentro del aparato partidista y la exclusión de militantes que han dado la cara por Morena en las luchas sociales y electorales.
“El pueblo habló el 1 de junio, pero la dirigencia no escuchó. La elección reflejó el hartazgo de la sociedad y de los propios morenistas ante un liderazgo que se ha alejado de los ideales de la Cuarta Transformación”, reza el documento, firmado por más de 300 militantes de diversas regiones del estado.
El movimiento fundado en la base popular y en la lucha contra la corrupción y la impunidad acusa a Ramírez Zepeta de vulnerar los principios esenciales de Morena: democracia interna, transparencia y honestidad. Uno de los puntos más críticos es la supuesta venta de candidaturas para puestos de elección popular. Esta práctica, indican, no solo distorsiona el proceso democrático, sino que abre la puerta a grupos ajenos a la ideología morenista y al movimiento social que representa.
Además, se señalan actos de corrupción dentro del partido, donde recursos que deberían destinarse a fortalecer la organización se han desviado o manejado de forma opaca, limitando la participación y crecimiento de cuadros comprometidos con la transformación. La exclusión de militantes ha sido también una constante durante el liderazgo de Ramírez Zepeta. Voces críticas y activistas han sido marginados o directamente expulsados, lo que ha generado un ambiente de descontento y fractura interna.
La carta también llama a la gobernadora electa Rocío Nahle García a intervenir para “limpiar la casa” y devolverle a Morena el rumbo original que la llevó al triunfo nacional y estatal. Los firmantes reconocen su liderazgo pero advierten que sin una renovación profunda en la dirigencia, el partido podría seguir en caída libre.
Mientras tanto, en el sur de Veracruz, un sector importante de la militancia morenista ya ha iniciado la recolección de firmas para exigir formalmente la destitución de Esteban Ramírez Zepeta como dirigente estatal. Este movimiento crece entre activistas y cuadros del partido que buscan ejercer presión y evidenciar el rechazo al liderazgo actual. Esta campaña, que se espera sumar miles de adhesiones, pretende enviar un mensaje claro y contundente a las instancias nacionales de Morena, solicitando una intervención urgente para la renovación del comité estatal.
Por su parte, Esteban Ramírez Zepeta ha rechazado las acusaciones y ha señalado que estas movilizaciones obedecen a “intereses personales y divisiones internas que buscan debilitar al partido en un momento crucial”. Asegura que el proceso electoral fue transparente y que se encuentra abierto al diálogo con la militancia para superar las diferencias.
Sin embargo, la militancia insiste en que las acciones de Ramírez Zepeta han dañado la imagen y estructura de Morena en Veracruz, y que es urgente una renovación de la dirigencia para recuperar la confianza de la sociedad y consolidar la 4T.
Esta crisis interna se suma a una serie de desafíos que Morena enfrenta en Veracruz, donde la competencia política es cada vez más intensa y la exigencia ciudadana por transparencia y resultados es alta. La dirigencia estatal tiene ahora la difícil tarea de encontrar una salida que calme las aguas y permita retomar la unidad. De no ser así, el riesgo de fracturas profundas y pérdida de apoyo en próximos procesos electorales es inminente.
Mientras tanto, el llamado a la renuncia de Esteban Ramírez Zepeta continúa creciendo, poniendo en jaque el liderazgo y la estabilidad del partido que pretende ser la fuerza transformadora en Veracruz.