Benjamín Rivero: “Padrísimo porque Veracruz es un lugar muy especial porque la gente es muy cálida aunque estaban fríos porque creo que estaban asustados, me gusta mucho Veracruz, celebrar 30 años de una obra se dice fácil pero yo aquí tengo la suerte de llevar 18 años aproximadamente, hacer la gira es maravilloso, si bien es muy cansado, extenuante, pero vale la pena.

“Claro que me ha pasado, en Saltillo me pasó algo muy espantoso, alguien tocó mi espalda a media obra y cuando giré y prendí mi lámpara de mano no vi a nadie. Era una mano como de mujer, no era una mano terrorífica de que te quiere hacer daño, como una caricia, me puse chinito, el asustado no fue el público, fui yo”.

“Un día pensé, estaba solo en el camerino, no había llegado nadie y pensé, ojalá que no se vaya a ir la luz y en ese momento se fue la luz, tres segundos pero para mí fueron como tres minutos.

“Estoy con la gira, estamos más que ocupados, vamos a ir a 28 lugares, nos estamos dividiendo entre Ernesto D’ Alessio y yo. pero si me tiene bastante ocupado y regresando vamos a ver que otros proyectos hay”.

“También soy conferencista, tengo un máster class que se llama “Domina el arte de hablar en público” con maestría, lo tengo en conferencia y en master class, tengo dos fechas antes de terminar el año, ojalá que haya muchas fechas más.

“Siempre voy a estar haciendo televisión, luego terminas una novela y te preguntan cuando haces otra telenovela y no es tan fácil, a veces pasan uno o dos años y no haces ni un programa unitario o serie pero está bien porque puedes hacer muchas otras cosas”.

A Benjamín Rivero le gustaría hacer un sacerdote, un ciego o un narco.