El alma que logró conmover al diablo

Charro negro.- Bienvenidos vivos y muertos, hola tía Pancha, cómo le va ?

Tan muerta como siempre. Disculpen, vengan todos por aquí por estas tumbas y mausoleos que guardan historia, pero qué día es hoy ? Ah, si.

¡Día de muertos!, día en que las almas visitan a sus seres queridos desde el más allá, pero no todas las almas tienen esa dicha, hay algunas conocidas como almas malditas que están condenadas a vivir en el infierno, sin tener siquiera la oportunidad de volver a ver a un ser querido, pero más tarde hablaremos de esas almas, hoy en esta noche de leyendas les contaré varias historias que albergan la ciudad y una de ellas, que es mi favorita, comienza con la historia de un muñeco, no se sabe de su procedencia ni cómo llegó, solo se sabe que estaba maldito.

En el centro histórico de la ciudad, en el siglo pasado, en la avenida Independencia existió una casa de alto prestigio, un lugar llamado “La Galatea”. En ese lugar había un muñeco de aspecto no muy agradable, el cual tenía una silla y una cajita que simulaba ser una caja registradora dónde sacaba unos papelitos en los cuales anunciaba las ofertas.