Después de que la senadora del PAN, Indira Rosales San Román destapó la cloaca que la Secretaría de Salud tenía almacenados medicamentos para enfermos de cáncer, los cuales no entregaron a los pacientes y están próximos a caducar, el presidente del Colegio Nacional de Abogados Penalistas, Gilberto Farías Morales pidió cárcel para las autoridades de salud que están involucradas en este delito pues es un desperdicio tener almacenados medicamentos y no entregarlos a quienes realmente lo necesitan.
La senadora informó sobre los medicamentos almacenados y horas después, el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor presentó su renuncia sin dar a conocer ante la opinión pública el motivo de la separación de su cargo, pero es evidente que lo que se descubrió afectó la imagen del doctor, quien no podía seguir como secretario de Salud ante un escándalo de tales dimensiones.
Desafortunadamente, las autoridades del gobierno morenista están coludidas, se protegen unos a otros, y no se prevé que haya un castigo ejemplar en contra del ex funcionario, por lo que es la sociedad civil y los colegios de abogados, en este caso el que preside Gilberto Farías, quienes alzan la voz para pedir a las autoridades una investigación exhaustiva y que caiga todo el peso de la ley en contra de los funcionarios involucrados en este delito.
El prestigiado abogado Emmanuel Farías ha ganado amparos para que las autoridades de salud le den medicamentos a los niños con cáncer y desafortunadamente a pesar del amparo, no se los dan, lo cual provoca impotencia entre los padres de familia, quienes ven con tristeza como la vida de sus hijos se apaga día con día ante la falta de los medicamentos. Emmanuel Farías forma parte de la asociación Loto rojo en Tijuana, Baja California, uno de sus objetivos es informar a la sociedad mexicana sobre los usos médicos del extracto cannabinoide.
Desafortunadamente en este país llevamos más de 100 años con la prohibición que ha frenado el alcance medicinal y la investigación científica del cannabis. La fundación Loto rojo nace por la desinformación y la falta de compasión al paciente necesitado.