Durante su visita al puerto de Veracruz este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue objeto de protestas por parte de trabajadores del Poder Judicial, quienes lo recibieron con gritos de “¡dictador!” y el lanzamiento de una botella de agua.
Al respecto, en su conferencia matutina del lunes, el mandatario se refirió a estos hechos, señalando que dichas acciones responden al enojo de sus opositores por las políticas de su Gobierno enfocadas en combatir la corrupción. Además, pidió no proceder en contra de quien intentó agredirlo, recomendando a sus seguidores no caer en provocaciones.
“Ayer me tiraron una botella de agua, pues es que yo empecé jugando beisbol, era fielder, imagínense si no sé (…). Si hasta la pude haber agarrado (la botella), pero no pasó a mayores”, dijo López Obrador. “Entiendo que están enojados, que están molestos. Por esto mismo, ellos quisieran que no cambiara nada, conservadurismo viene de conservar, de mantener el statu quo; pero eso ya no se puede, y ya se les va a ir pasando el enojo”, afirmó.
Los incidentes ocurrieron cuando el Presidente ingresaba a la Casa Juárez, en Veracruz, donde una botella de agua fue lanzada desde el grupo de trabajadores del Poder Judicial que se manifestaban en contra de la Reforma Judicial impulsada por su Gobierno. El Presidente aclaró que no considera necesario tomar represalias contra el responsable del acto. “Al que tiró la botella ayer, ese puede estar tranquilo, no pasa nada”, aseguró, subrayando que su administración no fomenta la represión.
En su conferencia, el Presidente también hizo un llamado a los simpatizantes de su movimiento a no caer en provocaciones y actuar con respeto y prudencia. “Yo también pido que actuemos con mucho respeto, que los que están participando en la transformación del país, que actuemos con respeto, con tolerancia”, dijo.
Insistió en que su Gobierno ha logrado avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad y citó al expresidente Benito Juárez para resaltar que el triunfo de las reacciones conservadoras es “moralmente imposible”. Además, López Obrador atribuyó los gritos de “dictador” a la influencia de intelectuales y comunicadores críticos de su gobierno, como Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín.
“Ayer lo que me gritaban los del Poder Judicial que están en contra de la reforma es ‘dictador’, pues es lo que sostiene Aguilar Camín y Krauze. Aquí se habló de que la revista Letras Libres la compraba el Gobierno, Nexos también le compraba el Gobierno”, afirmó.