Jorge A. González
Ni el gobierno del Estado de Veracruz, ni la Secretaría de Turismo y Cultura (Sectur), ni el propio Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC) enviaron una corona de flores a los servicios funerarios del recién fallecido pintor y museógrafo Francisco Gali Malpica.
El artista veracruzano quien murió la madrugada de este jueves a los 68 años de edad, le fueron oficiado los rezos a las 11:00 horas, e incinerados sus restos a las 12:00 horas en la funeraria La Luz de la ciudad de Veracruz.
Gali Malpica murió debido a una enfermedad provocada por el excremento de palomas, que adquirió en las instalaciones del mismo instituto de cultura, padecimiento que le causó fibrosis pulmonar y que lo mantuvo inactivo laboralmente por varios años.
Aún con la enfermedad, con el nombramiento como museógrafo del IVEC y con la incapacidad de por vida por parte del IMSS, la administración estatal actual, específicamente Silvia Alejandre Prado, titular del IVEC, le fue suspendido su sueldo en su momento.
Ante este panorama, Gali Malpica demandó vía derecho laboral al instituto por despido injustificado, y con toda la documentación en su poder la ley le dio la razón, y le fue devuelto su sueldo de manera retroactiva, aunque no al 100 por ciento.
Hoy el pintor y grafiti de la ciudad más reconocido (siempre interesado en la identidad “jarocha” y la tercera raíz) fue despedido por amigos y familiares, y la gran ausencia fue la representación del gobierno estatal y de la titular del IVEC, instituciones para las que laboró durante más de 15 años.
Su demanda laboral con el instituto fue de empleado a institución pública de gobierno, jamás fue un tema personal entre Alejandre Prado, titular del instituto y el artista plástico.
Con la partida de Gali Malpica se evidencia la falta de tacto político, de humildad y la deshumanización de la directora del IVEC, al mostrarse insensible y poco diplomática ante la desgracia de un ser humano.